Hace un tiempo cuando trabajaba de camarera en un bar me quedé con una anécdota que ahora he convertido en graciosa aunque en aquel momento no lo era. Había gente que te pedía por ejemplo: un café con leche descafeinado de máquina, corto de café, sin espuma y muy muy caliente. A ti se te quedaba cara de boba o de te mato aquí mismo con el día que llevo y pensabas: pues si que hay gente complicada en este mundo...será que yo no soy tan exigente. Buen día!!
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